El 27 de noviembre de 1830, la Virgen Santísima se apareció tres veces a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa perteneciente a la orden de S. Vicente de Paúl. En una de las apariciones, Nuestra Señora le pidió expresamente que mandara acuñar una medalla con la frase: “Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos”.
La celebración de este día en nuestra Escuela se hace con auténtica devoción y entusiasmo. En cada planta se ha dispuesto un bonito altar con la figura engalanada de la Virgen Milagrosa. Niños y profesoras le dedican canciones y peticiones que han ensayado durante varios días en un ambiente alegre y festivo.
El Padre Matías bendice las medallas de la Virgen Milagrosa que coloca a cada alumno en el cuello, y también “salpica”a los niños con el Agua Bendita.
Con esta celebración le pedimos a la Madre del Cielo que otorgue abundantes gracias a los niños de la Escuela, a sus familias y a todo el personal del Centro y que sea para nosotros un modelo de humildad, sencillez y alabanza.
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