Hay numerosas razones científicas que demuestran que los animales de compañía son beneficiosos en múltiples aspectos. Muchas terapias psicológicas incorporan animales para reforzar la autoestima, conseguir que las personas expresen sus sentimientos o inculcar buenos hábitos. Aprovechando este valioso recurso, ha venido a visitarnos a la Escuela en esta ocasión Tirsa, una bonita galga cazadora (que ha sido rescatada), de pelo atigrado y muy mansa. Su nombre, de origen hebrero, significa “agradable”, “simpática”. Los galgos, son la raza de perros que más abandono sufre.
Los perros, en general, son capaces de descifrar las señales emitidas por los humanos, interpretando nuestros estados mentales y deducir nuestras intenciones. Dan ejemplo de expresividad, aceptación, perseverancia, fidelidad y lealtad, respeto,…y enseñan a los niños (entre otras muchas cosas) la percepción de que hacer daño no es bueno y a adaptarse a las normas de la familia y de la convivencia.
Tirsa se ha portado como una auténtica campeona que es y todo el tiempo ha estado muy atenta a la curiosidad que mostraban los pequeños por la luz nocturna de colores del collar, su chubasquero para la lluvia, su comida, las bolsitas de recogida de heces,… Nos ha dado todo un ejemplo de paciencia y saber estar.
|