Para que se produzca un aprendizaje significativo en el niño es necesario motivarlo y para ello, nada mejor que colocarlo en una situación real. Los juegos nos permiten alcanzar este desafío pues nos ayudan a desinhibir al alumno relajándolo al crear un ambiente participativo. Atendiendo a esta premisa y siguiendo el pensamiento pedagógico de Benjamín Franklin: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”, un grupo de padres de la Escuela ha aprovechado el popular juego del parchís para trabajar los números y los colores. Canciones, bailes, un dado gigante… han conseguido que la jornada haya sido educativa, lúdica y muy, muy divertida.
Además, han regalado a cada alumno unos bonitos animales de colores con palito para llevar a casa.
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