Parecía que el verano no acababa de llegar pero la entrada del mes de julio nos indica que, por fin, ha llegado definitivamente el verano: los días son más largos y las noches más cortas, las plantas se han llenado de hojas y frutos, ha surgido alguna que otra tormenta y las temperaturas son elevadas.
Los rincones del Centro revelan un ambiente auténticamente veraniego con el mar de fondo, simpáticos delfines, caracolas,…y hasta un gran barco que representa a nuestra Escuela, orientado por su correspondiente faro.
El exterior se ha convertido en auténtico protagonista del día a día para poder disfrutar al máximo de esta estación del año. Es por ello, que una de las actividades programadas ha sido la “Fiesta del agua”. Para celebrarla, los niños han salido al patio con sus chancletas y su bañador. Las pistolas de agua y la piscina han hecho que la timidez de los primeros momentos se convierta en una algarabía de risas y juegos. Todos hemos pasado una jornada realmente divertida además de refrescante.
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