Los cuentos son un maravilloso medio de aprendizaje. Las historias fantásticas y las fábulas sirven como recurso pedagógico para que el niño vaya adquiriendo valores así como para el desarrollo de las capacidades sociales, afectivas, intelectuales,… de una forma sencilla, espontánea y divertida.
Este recurso lo han querido aprovechar un grupo de madres de la Escuela para trabajar la cooperación con un bonito y educativo cuento: “¿A qué sabe la Luna?”. Han preparado el espectáculo pensando en ellos (disfraces de animales, luna juguetona,…), a medio camino entre la fábula y la leyenda. Este relato nos ha dejado una moraleja que habla de generosidad, solidaridad y sueños compartidos, abriendo a los niños las puertas de la imaginación, de lo mágico, contribuyendo a mantener su capacidad de asombro, a incentivar su creatividad, el lenguaje y también ayudándoles a ver cómo en la vida se van presentando problemas y que con habilidad se pueden ir resolviendo.
Al final de la actuación y en medio de canciones y bailes, las geniales artistas regalaron a todos los niños un bonito colgante (piruleta para los más peques), representado al brillante satélite.
|