Con la “Fiesta de verano” hemos celebrado el fin de una etapa muy especial en la vida de nuestros alumnos, ya que éstos se gradúan y eso implica un adiós. Durante varios días, las profesoras han estado preparando un bonito decorado cuya temática gira en torno a la barca del Año de la Fe, siendo el cofre de los tesoros los valores cristianos que hemos intentado transmitir a nuestros alumnos, y el faro, la luz de Jesucristo que nos orienta a todos en nuestro navegar por la vida.
Los niños han emocionado a padres y familiares cuando han danzado al compás de Bará Bará, Beré Beré, Mi Reina o han movido las caderas para decirnos lo que “se necesita” para bailar La Bamba. Si esto era poco, han invitando al público a dar palmas mientras pedían “yo quiero marcha, marcha” y a cantar a coro aquella famosa canción del verano que todos hemos bailado Hilari-lari-é Oh!,Oh!,Oh!
La emoción se hizo aún más evidente cuando en el escenario cada niño con su orla decía al fervoroso público “adiós” con la manita mientras se escuchaba de fondo “La canción de despedida”.
Aunque nos dicen adiós porque empiezan una nueva etapa, sabemos que cuando suban a otras barcas para surcar la vida, se acordarán de esta tripulación que ha compartido con ellos tantas vivencias, bellos momentos, risas, juegos, canciones,… y sobre todo historias fantásticas que entre todos hemos sabido crear.
Gracias a vosotros, padres, por haber depositado esa confianza en todas las que formamos parte de la Escuela.
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